1. Rentabilidad: Con esto nos referimos a analizar qué beneficios tendrás desde la inversión que vayas a efectuar con tus propios recursos. Pregúntate: ¿Cuánto inviertes y cuánto le ganas?
2. Cuida lo riesgos: Si bien, existen diferentes riesgos al invertir, hay inversiones que tienen uno mayor. Así que para que no te lleves una mala sorpresa, puedes diversificar, no pongas todos los huevos en una sola canasta.
3. La disciplina importa y mucho: Si eres constante tendrás buenos resultados. Hacer aportaciones que ayuden a apresurar el proceso de la inversión, potencia ganancias. No las descuides, pues la constancia te ayudará a que el dinero siga moviéndose y trabajando.
4. Considera la liquidez: Toma en cuenta la disponibilidad de tu dinero y recursos, para esto se necesita transformar los activos que tienes de forma inmediata y casi sin ninguna clase de pérdida.
5. No ignores los indicadores financieros: Entre los más famosos está el benchmark, mismo que utilizan para la medición del rendimiento en una inversión y es considerado como un instrumento de comparación para evaluar. Este depende de la clase de mercado al que vaya enfocado la inversión.
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